lunes, 22 de abril de 2013

Cornites, el día después.


Llega el día de Cornites y en Santurtzi, desde tempranas horas de la madrugada, se palpa en el ambiente que algo extraordinario esta ocurriendo. El sol nos brinda sus mejores destellos, el aroma del cornite horneándose en los obradores nos abre el apetito, el monte muestra sus mejores colores primaverales, grupos de mendizales, familias enteras y cuadrillas, se dirigen cuesta arriba hacia el monte Serantes, para disfrutar de un buen día al aire libre. Todo el mundo parece disfrutar del entorno, el reencuentro de viejos amigos es la tónica del día, los más jóvenes corretean y saltan, las rosquillas se venden como rosquillas y al talo con chorizo es difícil resistirse.

¡EL DÍA PERFECTO!

¿Realmente ha sido un día perfecto? Desde un punto de vista humano, tal vez si. Ahora hagamos de abogado de los que no pueden defenderse o tienen voz propia, es decir, el monte Serantes con toda su biodiversidad.

Planteémoslos las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué efecto ha tenido la afluencia de cientos de personas en la fauna?
  2. ¿Qué efecto ha tenido la afluencia de cientos de personas en el paisaje?
  3. ¿Han aguantado las infraestructuras del monte el azote de tantos visitantes?

Tristemente, las respuestas no son nada positivas. Antes del día de Cornites escuchábamos a diario un par de mochuelos y un pito real en las inmediaciones del Fuerte. Al día siguiente y hasta la fecha no les hemos vuelto a oír. Seguramente, el nivel de ruido y el gran número de personas en la zona fueron razones más que suficientes para hacerles abandonar el lugar que probablemente habían elegido para criar. Imaginamos que otras aves que hayan construido sus nidos en puntos donde los excursionistas se hayan concentrado ese día no lo habrán pasado mucho mejor que los mochuelos y el pito real.

Referente, al efecto  del paso de cientos de personas por el monte tenemos que hacer hincapié en la cantidad de basura generada y esparcida por todos los rincones del Serantes. ¿Es este el respeto que tenemos por nuestro querido Serantes? ¿Es este el respeto que tenemos por la naturaleza? Pensamos de nosotros como un pueblo montañero y sensibilizado con el medio ambiente, sin embargo, una vez más demostramos lo contrario.



Finalmente, los daños causados a las nuevas infraestructuras del monte que tanto esfuerzo, tiempo y dinero nos ha costado realizar, también, se han dejado notar:

·             Carteles vandalizados
·             Charcas vandalizadas
·             Ranas, sapos o tritones extraídos de las charcas
·             Robles robados o sacados de su lugar de plantación
·             Cierres de cancelas reventados a patadas
·             Abrevaderos  llenos de piedras

Estamos consternados por el comportamiento desplegado por ciertas personas que piensan en el día de Cornites como una extensión del botellón de la noche anterior o de la noche que se avecina.



Estamos consternados por el comportamiento desplegado por ciertas personas que consideran el monte como un lugar donde el efecto mágico sigue patente y cuando vuelven toda la basura esta recogida.

Estamos consternados por el comportamiento desplegado por ciertas personas quienes han visto en los abrevaderos recién construidos un lugar donde coleccionar piedras de más de cuatro kilos hasta llenarlos.

Mobiliario re-decorado

Estamos consternados por el comportamiento desplegado por ciertas personas quienes destruyen lo que encuentran a su paso por el afán de destruir.

Carteles rotos

Estamos consternados por la pasividad desplegada por algunos padres / madres viendo como sus hijos/as se introducían en el recinto de las charcas e intentaban capturar las ranas, sapos o tritones sin llamarles la atención.

"Adornando" el monte

Estos días estamos viviendo inmersos en la era del desarrollo sostenible, de la importancia de preservar el patrimonio natural local y los espacios verdes en cada comunidad, etc. Lo vemos en la televisión, lo leemos en los periódicos, revistas etc. Somos conscientes que ni podemos seguir nuestro desmesurado estilo de vida ni comportarnos con la naturaleza como si no existiese o tuviese no impacto sobre nosotros. Intentamos educar y concienciar a nuestros jóvenes sobre la importancia de cuidar nuestro entorno, bien a través de los medios de comunicación, en la escuela, en casa, etc. Sin embargo, parece que el mensaje no llega a su destino, o por lo menos no conseguimos el alcance deseado, ni la urgencia que se merece.

Más basura, esta vez en el interior de la protección de una plantación de roble

Imagino que los precursores de la festividad de Cornites no concibieron esta entrañable romería para hacer gala de nuestro mal comportamiento. Los tiempos han cambiado, con ellos nuestros valores éticos y morales. Ahora, somos muchos más que antes, la presión que ejercemos sobre el monte es considerablemente mayor y deberíamos plantearnos si estamos sobrepasando su capacidad de carga.

En ésta y otras dos más, se llevaron los robles

Tal vez, es el momento de reunirnos, mirar hacia atrás y pensar lo que era Cornites para nuestros ancestros e intentar reinventar esta fiesta y darla un sentido propio acorde a los tiempos que vivimos.

Nota: Aunque el título de la entrada podría hacer referencia al día siguiente, la basura en concreto se mantuvo durante unos diez días. A día de hoy todavía seguimos recogiendo desechos provenientes de cornites.



SERANTES NATURA





2 comentarios:

Nekane Vado dijo...

Qué desagradable situación. El próximo año el Ayuntamiento debería poner vigilancia y alguna que otra multa!!!

Anónimo dijo...

¡¡¡Por favor, más implicación del Ayuntamiento!!! No se trata de "prohibir" esta entrañable romería, pero tampoco podemos permitir que en unas horas se destroce un trabajo que nos devuelve a los y las santurtziarras nuestro rico y desconocido patrimonio natural. ¡¡¡Más protección para el monte Serantes!!!